2016年4月10日日曜日

¿Deporte? ¿スポーツ? Los juegos y los japoneses 日本人と遊び

日本人は スポーツや遊びを 他の国の人と同じように楽しんでいるのでしょうか? 仕事中心で単身赴任さえ当然の日本では。

Cuando los antropólogos o psicólogos intentan deslindar al hombre de los demás animales, entre otros muchos factores subrayan como un rasgo muy peculiar del ser humano su capacidad de jugar. Eso no quiere decir que no jueguen los animales sino que sus juegos parecen tan rudimentarios y tan simples que difícilmente podrían clasificarse como tales. Lo que muchas veces interpretamos como juegos son manifestaciones de ciertas necesidades propias de una etapa biológica del desarrollo o resultado de un entrenamiento con el que consiguen llegar a imitar al hombre. Los juegos ideados por el hombre llevan incrustados en su misma esencia los conceptos de causa-efecto, medios-fin, algo que en los animales normalmente es una reacción mecánica como respuesta a unos estímulos programados por el hombre o por el entorno, sin que medie una aportación individual inteligente. Por eso podría decirse que el hombre demuestra que lo es cuando juega.

A veces, en cambio, se concibe el juego como opuesto al trabajo, algo que cada vez resulta más difícil separar al ver la enorme cantidad de jugadores profesionales. Por este camino llegaríamos a la conclusión de que tanto la noción de jugar como de trabajar tiene un valor bastante relativo y no universal. En este sentido, ¿cómo podrían clasificarse las así llamadas artes marciales de Japón? ¿En qué principio podríamos basarnos para considerarlas deportes si originalmente fueron una auténtica profesión?

Todavía más original puede parecernos la concepción del juego o deporte como capacitación para el trabajo descubierta por la sociedad japonesa. Llevando esta postura hasta un extremo cabría decir que quien no juega o no hace deporte no debe ambicionar un buen puesto de trabajo. Así podemos comprender el ahínco con que los japoneses se dedican a practicar un deporte u otro. Lo consideran simplemente un elemento o condición fundamental para poder triunfar en la vida.

Este espíritu se lo han infundido en el colegio, ya en las clases de educación física ya en uno de tantos clubs. Ante esta actitud respecto al juego o al deporte a uno no puede menos de entrarle la duda de si realmente no se estará desvirtuando lo que esencialmente significa jugar.