2015年12月16日水曜日

Zorrilla en Lerma


 El poeta José Zorrilla (1817-1893) vivía con sus padres en Lerma y le mandaron a estudiar a Sevilla. Pero no estudiaba. Y su padre le fue a buscar. Tenía el padre que estar unos días allí, pero al hijo lo envió en seguida hacia su casa, al parecer con esta condena:
 ---¡A Lerma! ¡A cavar las viñas!
 El mocito Zorrilla hizo el viaje en galera. Por el camino vio una mula solitaria a lo lejos. Bajó del carruaje, montó en la mula y,  en esa cabalgadura, se dirigió a Valladolid. Allí vendió la mula y, con el dinero, tomó plaza en una diligencia hasta Madrid. Así llegó a la capital y, una vez en ella, empezó su aventura literaria. Tiempo después decía de su propia obra: «He escrito mucho, pero todo lo mío es de lo más incorrecto que se ha producido en poesía en el presente siglo. Aprendí desde muy joven el arte de hablar mucho sin decir nada, y de este aprendizaje es fruto mi poesía lírica». El Don Juan Tenorio lo escribió a los 27 años, al parecer en cuatro o cinco días. Se estrenó en el Teatro de la Cruz, hoy desaparecido. No tuvo mucho éxito, y Zorrilla vendió la propiedad de la obra al editor Manuel Delgado por 4.200 reales, o sea, algo más de mil pesetas. Y es una obra que, después, ha dado mucho dinero. Zorrilla ingresó en la Academia, y el discurso de ingreso lo pronunció en verso, un caso único que se dio entonces por primera y por última vez.