Un tribunal en Japón falló en contra de la reactivación de un reactor de energía nuclear en la ciudad norteña de Kioto, en lo que se considera como una victoria para los activistas que consideran insegura a la planta atómica.
El reactor de Ohi fue desactivado al mismo tiempo que las otras plantas nucleares japonesas tras el accidente en que se fundieron los reactores de Fukushima, en 2011.
El primer ministro, Abe Shinzo, quiere ver las plantas nucleares del país reactivadas, como parte de su plan para impulsar la economía.
Desde el desastre de Fukushima, Japón se a visto obligado a importar enormes cantidades de carbón, gas natural líquido y otros combustibles.
En un acontecimiento separado, el operador de la planta de Fukushima informa que se ha iniciado el desvío de agua subterránea hacia el océano para evitar que se contamine con radiación si fluye por debajo de la planta.
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Decisión de un tribunal fuerza a mantener el apagón nuclear en Japón
Los reactores 3 y 4 de la planta de Oi (prefectura de Fukui), que en septiembre del año pasado fueron apagados temporalmente para una revisión rutinaria, son los dos únicos, de los 50 con los que contaba el país, que habían continuado en activo tras la crisis de la central de Fukushima.
Un tribunal nipón se opuso hoy a la reactivación de los dos reactores de la planta nuclear de Oi, los únicos en funcionamiento en Japón aunque desde el pasado diciembre se encuentran apagados temporalmente por una revisión rutinaria.
Esta sentencia del tribunal de Fukui (oeste del país) es la primera que ordena que no se reactive una planta atómica por cuestiones de seguridad desde la crisis de Fukushima de 2011, y además supone que Japón continúe sumido en un periodo indefinido de apagón nuclear, señaló Efe.
La sentencia hecha pública hoy responde a la demanda interpuesta por un grupo, entre otros, de unos 170 ciudadanos que viven en los alrededores de la central e impedirá de momento la reactivación de los dos reactores aunque su seguridad esté certificada por las autoridades.
En la actualidad los dos reactores de los cuatro con los que cuenta la planta gestionada por Kansai Electronic Power (KEPCO) están siendo examinados por la Autoridad de Regulación Nuclear de Japón (NRA) que debe tomar una decisión sobre si cumplen los nuevos requisitos de seguridad puestos en marcha en el país el pasado julio.
El fallo, que puede ser recurrido a una instancia superior, asegura que "los rectores en funcionamiento pueden suponer un riesgo para las vidas de los habitantes de la zona" y cita por ejemplo la posibilidad de accidentes causados por terremotos.
"Suponer que no va a producirse un terremoto de tamaño excepcional se trata de una visión muy optimista sin justificación real", señala la sentencia.
Tras la crisis de Fukushima y debido a los temores entorno a la seguridad de las centrales nucleares, Japón decidió en mayo de 2012 dejar el suministro de este tipo de energía a cero por primera vez en 42 años.
Sin embargo, dos meses después, el 1 de julio, el Gobierno autorizó que la planta de Oi retomara sus operaciones para evitar apagones graves en la región de Kansai, la segunda más poblada del país y con más número de reactores.
No se ha puesto de momento ningún otro reactor en marcha desde entonces aunque el actual Gobierno conservador, que llegó al poder en diciembre de 2012, defiende volver a la energía nuclear como parte de su plan energético.
Antes de la crisis desencadena por el accidente de Fukushima, el peor desde el de Chernóbil en 1986, los 50 reactores comerciales del país generaban un 30 % de la energía total de Japón.