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2015年6月11日木曜日
村上春樹受賞ならず Leonardo Padura gana el Premio Princesa de Asturias de las Letras キューバのレオナルド・パドゥーラが受賞
本年度のアストゥリアス皇太子文学賞は Ernesto Mr. T と同い年のキューバの推理小説作家レオナルド・パドゥーラが受賞しました。マリオ・コンデもので世界的に有名です。日本でも「アディオス、ヘミングウェイ」が邦訳出版されています。
噂に上っていた村上春樹氏は残念ながら受賞を逃しました。
El escritor Leonardo Padura (La Habana, el 9 de octubre de1955) es el ganador del Premio Princesa de Asturias de las Letras. El novelista cubano, crítico con el régimen castrista, destaca por sus novelas policíacas y por la creación de un personaje (Mario Conde) para destripar la realidad de su país y retratar la decepción de una generación. Siempre se ha mostrado a favor del acercamiento de su país con Estados Unidos. El premio se concede pocos meses después del deshielo de las relaciones entre los dos países.
El jurado del Premio considera que su obra constituye "una soberbia aventura del diálogo y la libertad". Según refleja el acta, a la que dio lectura su presidente, el director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, Padura es un autor "arraigado en su tradición y decididamente contemporáneo; un indagador de lo culto y lo popular; un intelectual independiente, de firme temperamento ético". Para los miembros del tribunal, su vasta obra recorre todos los géneros de la prosa y destaca un recurso que caracteriza su voluntad literaria como es el interés por escuchar las voces populares y las historias perdidas de los otros. "Desde la ficción, Padura muestra los desafíos y los límites en la búsqueda de la verdad. Una impecable exploración de la historia y sus modos de contarla", añade el acta del jurado.
Leonardo Padura trabajó como guionista, periodista y crítico literario, hasta lograr la popularidad con la serie de novelas policíacas protagonizadas por el detective Mario Conde: Pasado perfecto, Vientos de cuaresma, Máscaras, Paisaje de otoño, Adiós, Hemingway, La neblina del ayer y La cola de la serpiente (todas publicadas en Tusquets), traducidas a numerosos idiomas y merecedoras de premios como el Café Gijón 1995. El hombre que amaba a los perros (publicada en España en 2009, solo apareció en Cuba en 2011) confirma su reconocimiento internacional al centrar la obra en la figura del asesino de Trotski, Ramón Mercader. Su última obra es el libro de relatos Herejes.
El escritor ha extendido su trabajo creativo a un largometraje y una serie de televisión inspirada en su famoso personaje Mario Conde, el descreído inspector de la policía cubana con el que ha destripado la realidad de su país y retratado la decepción de una generación —la suya— que lo dio todo por la revolución.
Padura reconoce que el género negro permite al escritor tocar todos los temas que preocupan a la sociedad actualmente: violencia, corrupción, crimen organizado…”Es difícil escribir de México sin tener en cuenta el narcotráfico; de España sin abordar la corrupción política; del emergente Brasil sin adentrarse en los índices de pobreza y las revueltas populares…Y en ese panorama han destacado buenos autores como Henning Mankell o Petros Markaris y otros con trabajos mediocres”, destaca el escritor.
En el cine, Padura ha tenido suerte desigual. En 2002 colaboró en el guion de la mediocre Malavana, de Guido Giansoldati. Después ha mejorado su recorrido en la pantalla, con su colaboración con Laurent Cantet en el corto que participaba en la película colectiva Siete días en La Habana, y posteriormente han coescrito en Regreso a Ítaca. Ahora Mario Conde llegará al cine con producción de Gerardo Herrero y de la alemana Nadcom: cuatro películas de 90 minutos, una de ellas para el cine (Vientos de cuaresma), pero que a la vez será la primera en la serie de televisión, seguida por Pasado perfecto, Máscaras y Paisaje de otoño, las cuatro primeras novelas de su serie de Conde. “El director es Félix Viscarret [Bajo las estrellas] y Jorge Perugorría dará vida a Conde”, según Padura.
Los tres últimos ganadores del Princesa de Asturias de las Letras han sido el irlandés John Banville (2014), el español Antonio Muñoz Molina (2013) y el estadounidense Philip Roth (2012).
Los Premios Princesa de Asturias, creados en 1981, están dotados con la reproducción de una escultura diseñada por Joan Miró, 50.000 euros en metálico, un diploma y una insignia. En su edición de 2015 para las Letras, el jurado lo integran: Xosé Ballesteros Rey, Xuan Bello Fernández, Blanca Berasátegui Garaizábal, José Manuel Blecua Perdices, Luis Alberto de Cuenca y Prado, José Luis García Martín, Berna González Harbour, Álex Grijelmo García, Beatriz de Moura, Rosa Navarro Durán, Carme RieraGuilera, Fernando Rodríguez Lafuente, Fernando Sánchez Dragó, Ana Santos Aramburo, Sergio Vila-Sanjuán Robert, Darío Villanueva Prieto, Juan Villoro Ruiz y José Luis García Delgado (secretario).
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Nacido en el barrio de Mantilla el 9 de octubre de 1955, hizo sus estudios preuniversitarios en el de La Víbora, de donde es su esposa Lucía; naturalmente, estas zonas de La Habana, muy ligadas espiritualmente a Padura, se verán reflejadas más tarde en sus novelas. Padura estudió Literatura Latinoamericana en la Universidad de la Habana y comenzó su carrera como periodista en 1980 en la revista literaria El Caimán Barbudo; también escribía para el periódico Juventud Rebelde. Más tarde se dio a conocer como ensayista y escritor de guiones audiovisuales y novelista.
Su primera novela —Fiebre de caballos—, básicamente una historia de amor, la escribió entre 1983 y 1984. Pasó los 6 años siguientes escribiendo largos reportajes sobre hechos culturales e históricos, que, como él mismo relata, le permitían tratar esos temas literariamente.2 En aquel tiempo empezó a escribir su primera novela con el detective Mario Conde y, mientras lo hacía, se dio cuenta "que esos años que había trabajado como periodista, habían sido fundamentales" en su "desarrollo como escritor". "Primero, porque me habían dado una experiencia y una vivencia que no tenía, y segundo, porque estilísticamente yo había cambiado absolutamente con respecto a mi primera novela", explica Padura en una entrevista a Havana-Cultura.3
Las policiacas de Padura tienen también elementos de crítica a la sociedad cubana. Al respecto, el escritor ha dicho: "Aprendí de Hammett, Chandler, Vázquez Montalbán y Sciascia que es posible una novela policial que tenga una relación real con el ambiente del país, que denuncie o toque realidades concretas y no sólo imaginarias".4
Su personaje Conde —desordenado, frecuentemente borracho, descontento y desencantado, "que arrastra una melancolía", según el mismo Padura— es un policía que hubiera querido ser escritor y que siente solidaridad por los escritores, locos y borrachos. Las novelas con este teniente han tenido gran éxito internacional, han sido traducidas a varios idiomas y han obtenido prestigiosos premios. Conde, señala el escritor en la citada entrevista, refleja las "vicisitudes materiales y espirituales" que ha tenido que vivir su generación. "No es que sea mi alter ego, pero sí ha sido la manera que yo he tenido de interpretar y reflejar la realidad cubana", confiesa.
Conde, en realidad, "no podía ni quería ser policía"4 y en Paisaje de otoño (1998) deja la institución —como el mismo Padura dejó tres años antes su puesto de jefe de redacción de la Gaceta de Cuba, la revista de la Unión de Escritores, para consagrarse a la escritura—5 y cuando reaparece en Adiós Hemingway (2001) está ya dedicado a la compraventa de libros viejos.
Tiene también novelas en las que no figura Conde, como El hombre que amaba a los perros (2009), donde las críticas a la sociedad cubana alcanza sus cotas más altas.
Padura ha escrito también guiones cinematográficos, tanto para documentales como para películas de argumento.
Vive en el barrio de Mantilla, el mismo en el que nació. Al preguntarle por qué no puede dejar La Habana, el ambiente de su historia, ha dicho: “Soy una persona conversadora. La Habana es un lugar donde se puede siempre tener una conversación con un extranjero en una parada de guaguas”.