El líder de las Fuerzas Armadas de Burkina Faso ha anunciado este jueves la disolución del Parlamento y la creación de un gobierno nacional de transición para un máximo de 12 meses, que ha asegurado que no liderará.
"Se pondrá en funcionamiento un Ejecutivo de transición tras consultar con todos los partidos. Esperamos una vuelta al orden constitucional en no más de 12 meses", ha dicho el general Honore Traore en una conferencia de prensa, un día después del inicio de violentas protestas en la capital.
Horas antes el presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, ha declarado el estado de emergencia en todo el territorio y disolvió el Gobierno, tras una violenta y masiva protesta ciudadana contra la reforma constitucional impulsada por el jefe de estado para prolongar su mandato.
Compaoré, que tomó esta decisión tras reunirse con su Consejo de Ministros, señaló que está dispuesto a negociar con la oposición y que el general del Ejército Gilbert Diendere será ahora el encargado de restablecer el orden en el país, informaron los medios locales.
Iniciará conversaciones con la oposición en un intento de calmar las protestas después de quecentenares de personas asaltaran esta mañana el Parlamento de Burkina Faso y la sede de la televisión estatal en una manifestación sin precedentes en el pequeño país de África Occidental.
Los enfurecidos manifestantes protestan por una votación que pretendía modificar la Constitución para que el actual presidente, Blaise Compaoré, pueda presentarse otra vez a las elecciones tras 27 años de gobierno.
La tensión ya se palpaba en los últimos días, tanto que incluso la Unión Europea había advertido que, de seguir adelante, la votación podría acabar con "la estabilidad, el desarrollo sostenible y el progreso democrático de Burkina Faso".
Varios miles de personas ya marcharon ayer por las calles de Uagadugú, la capital del país, un día después de que se produjeran fuertes disturbios tras una manifestación multitudinaria convocada por la oposición.
Los manifestantes han salido a la calle por lo que consideran una artimaña parlamentaria de los simpatizantes de Compaoré, que accedió al poder en 1987 tras un golpe de Estado y que ha ganado las cuatro elecciones que se han celebrado desde entonces.
Por el momento las autoridades burkinesas han decidido anular la votación, pero aún no está claro si es una decisión final o buscarán otra fórmula para sacar adelante el proyecto de modificación de la Constitución.
Según han declarado fuentes diplomáticas a Reuters, las fuerzas de seguridad han lanzado gas lacrimógeno e incluso han disparado contra los protestantes cuando intentaban acceder a los aledaños del palacio presidencial. Una persona ha muerto en medio del caos y otras tres personas podrían haber resultado heridas de gravedad como consecuencia de los disparos.
El 60% de la población de Burkina Faso tiene menos de 25 años, lo que significa que unos 10 millones de personas han vivido toda su vida bajo el Gobierno de un mismo hombre. La larga permanencia de Compaoré en el poder, unida al escaso desarrollo del país, ha creado un ambiente de tensión insoportable.
"El 30 de octubre [será recordado como] la Primavera Negra de Burkina Faso", explicaba a Afp Emile Pargui Pare, un alto cargo del Movimiento Popular para el Progreso (MPP), un influyente partido opositor liderado por jóvenes.
"Se pondrá en funcionamiento un Ejecutivo de transición tras consultar con todos los partidos. Esperamos una vuelta al orden constitucional en no más de 12 meses", ha dicho el general Honore Traore en una conferencia de prensa, un día después del inicio de violentas protestas en la capital.
Horas antes el presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, ha declarado el estado de emergencia en todo el territorio y disolvió el Gobierno, tras una violenta y masiva protesta ciudadana contra la reforma constitucional impulsada por el jefe de estado para prolongar su mandato.
Compaoré, que tomó esta decisión tras reunirse con su Consejo de Ministros, señaló que está dispuesto a negociar con la oposición y que el general del Ejército Gilbert Diendere será ahora el encargado de restablecer el orden en el país, informaron los medios locales.
Iniciará conversaciones con la oposición en un intento de calmar las protestas después de quecentenares de personas asaltaran esta mañana el Parlamento de Burkina Faso y la sede de la televisión estatal en una manifestación sin precedentes en el pequeño país de África Occidental.
Los enfurecidos manifestantes protestan por una votación que pretendía modificar la Constitución para que el actual presidente, Blaise Compaoré, pueda presentarse otra vez a las elecciones tras 27 años de gobierno.
La tensión ya se palpaba en los últimos días, tanto que incluso la Unión Europea había advertido que, de seguir adelante, la votación podría acabar con "la estabilidad, el desarrollo sostenible y el progreso democrático de Burkina Faso".
Varios miles de personas ya marcharon ayer por las calles de Uagadugú, la capital del país, un día después de que se produjeran fuertes disturbios tras una manifestación multitudinaria convocada por la oposición.
Los manifestantes han salido a la calle por lo que consideran una artimaña parlamentaria de los simpatizantes de Compaoré, que accedió al poder en 1987 tras un golpe de Estado y que ha ganado las cuatro elecciones que se han celebrado desde entonces.
Por el momento las autoridades burkinesas han decidido anular la votación, pero aún no está claro si es una decisión final o buscarán otra fórmula para sacar adelante el proyecto de modificación de la Constitución.
Fuego y destrucción
La horda de manifestantes que ha irrumpido en el Parlamento han destrozado todo lo que encontraba a su paso y ha prendido fuegos a varias oficinas, aunque al parecer la Cámara de los Diputados no se ha visto afectada.Según han declarado fuentes diplomáticas a Reuters, las fuerzas de seguridad han lanzado gas lacrimógeno e incluso han disparado contra los protestantes cuando intentaban acceder a los aledaños del palacio presidencial. Una persona ha muerto en medio del caos y otras tres personas podrían haber resultado heridas de gravedad como consecuencia de los disparos.
El 60% de la población de Burkina Faso tiene menos de 25 años, lo que significa que unos 10 millones de personas han vivido toda su vida bajo el Gobierno de un mismo hombre. La larga permanencia de Compaoré en el poder, unida al escaso desarrollo del país, ha creado un ambiente de tensión insoportable.
"El 30 de octubre [será recordado como] la Primavera Negra de Burkina Faso", explicaba a Afp Emile Pargui Pare, un alto cargo del Movimiento Popular para el Progreso (MPP), un influyente partido opositor liderado por jóvenes.