2016年6月1日水曜日

Anécdota 闘牛士 Lagartijo 逸話

LAGARTIJO



Este torero (1841-1900) se llamaba Rafael Molina y era de Córdoba. Un admirador suyo, también de Córdoba, le decía: -Desengáñate, Rafael, en Córdoba sólo habéis sido dos grandes hombres: tú y Gonzalo de Córdoba.

-¿Y el Gran Capitán, dónde lo dejamos?

Se cuenta que, una vez, a Lagartijo le tocó en suerte lidiar un toro de gran tamaño y mucho trapío. El toro se llamaba Cucha,rero. Lagartijo necesitó tres casi enteras para matarle. Después, Lagartijo pidió que le disecaran la cabeza del toro. Cortada había pesado 100 kilos. La tenía en su casa, colgada en la pared, como un trofeo. Un amigo le preguntaba:

-¿Y qué hace aquí este toro que tan mal rato te hizo pasar? Lagartijo le dio esta razón:

-Lo tengo aquí colgao pa podé echarle mardisiones tos los días y a toas horas.

De Lagartijo es la frase que se ha hecho proverbial entre toreros: "más cornás da el hambre». La dijo una vez que le hablaban del peligro de las cornadas. Con su modo cordobés de hablar, dijo:

-¡Más comás da el hambre!

También se dice de este torero que, un día, la reina Isabel II le recibió en audiencia y, anticipándose a saludarle para sacarle de apuro, le preguntó:

-¡Hola! ¿Cómo estás?

Y el torero le dijo la verdad, que le salió así: -Pués, bien comía, bien bebía y bien ...

No ponemos la última palabra por respeto al lector. Sólo indicamos que empieza por jota y que es consonante de las otras dos.