Karakuri es un tipo de autómata hecho de madera, que tuvo su mayor apogeo en el Japón de los siglos XVIII y XIX. Tienen especial trascendencia debido a su complejidad. Eran llamados “karakuri”, que se podría traducir como “aparatos mecánicos para producir la sorpresa en una persona”. Se distinguían tres tipos de figuras:
Las “Butai Karakuri” usados en el teatro.
Las “Zashiki Karakuri” más pequeñas y con las que se jugaba en las habitaciones.
Las “Dashi Karakuri” que se utilizaban en las festividades religiosas.
Su mayor tarea era la representación de mitos y leyendas tradicionales a través de sus movimientos, aunque existían de todo tipo como algunos que servían el té o lanzaban flechas con un arco.