2012年5月11日金曜日

Un proverbio japonés 三人寄れば文殊の知恵 ¿Cuatro ojos ven más que dos?

"三人よれば文殊の知恵 San non yore ba monyu no chie" quiere decir "cuatro ojos ven más que dos".
"Yo llevo gafas, soy un cuatro-ojos, ¿para qué quiero más?"
"No, gafotas, no, que te estés pasando, ¡no me seas tan latino! ¿No te das cuenta de que esta traducción castellana es un tanto barata?"
"¡Ah! claro, hombre, claro".
"En sánscrito Monyu es perfecto y es el mejor exponente de la gran sabuduría. Su misión es la de atender a los budas".
"Pero, bueno, hombre, a qué viene todo esto, ¿acaso los que llevamos gafas tenemos más cerca la iluminación búdica?"
"Pero, hombre, no seas tan vulgar".
"¿Vulgar, dices? ¿No pertenecen al vulgo los proverbios?
Además, éste, del que aquí hablamos, es una clara expresión de la sabiduría del pueblo.
Vayamos por partes. San 三 es tres. Nin 人 es gente. Pues, "san nin" quiere decir "tres personas": "yore ba" podríamos traducirlo como "estar juntos": "chie" es "sabuduría", por lo que literalmente lo traducciríamos como "cuando se juntan tres personas, la sabiduría de Monyu está con ellos", es decir, y repito, "cuatro ojos ven m'as que dos".



















"Pero, hombre, no vayamos tan lejos. Que aunque España sea una monarquía de más de cuarenta millones de reyes, no significa que no puedan juntarse tres personas para encontrar una buena solución a un asunto dado. A veces funciona.
Al japonés no hace falta que le digan las cosas DE-LE-TRE-A-DAS. Es un pueblo bien entendesor al que pocas palabras le bastan. El monyu no les dijo que si se juntaban tres, su sabiduría estaría con ellos. No, no se lo dijo, pero el pueblo japonés entendió. A los españoles se lo dijeron, pero pocos son los que lo recuerdan".
"Oye, ¿cuándo hemos tenido un monju que nos dijera tales maravillas?"
"Monyu no lo hemos tenido, eso no, pero dijo; Donde estén dos o tres reunidos en mi nombre, allí estará yo en medio de ellos y ¿no es Cristo, entre muchas otras cosas?"
"Lo que pasa es que los latinos son muy chulos, y les atreven a olvidarse de las buenas enseñanzas. Sin embargo, las malas las tienen a punta de lengua."
"Sí, hombre, claro, nacen más enseñados y son los mejores cristos de los demás".
"En Japón, las ideas se comparten, es decir, se exponen a otras personas para que entre todos se perfeccionen y pulan. Las reuniones empresarias se celebran casi diario. Se respetan las opiniones, y no sólo eso, sino que se analizan para ver lo que de bueno se puede sacar.


Criticar es muy fácil pero saber escuchar a alguien y compartir una idea para lograr un objeto que no es necesariamente particular, por así decirlo, eso, digo, tiene tela marinera. Eso es lo que hay que comprender para poder entrever lo que al japonés le dice el dicho refrán. Habría que descubrir lo que al japonés inspira el dicho".
"¿Quiers decir que para entender a los japoneses hay que ser japonés?"
"No. No es necesario llegar tan lejos. Pero creo que lo que hace falta es sacarse medallas, y ver con ojos desnudos. Oir con oídos desnudos. Hablar con boca desnuda. Como los niños, cuando vienen al mundo".
Todavía no entiende Manolito gafotas.