2017年6月9日金曜日

JUAN DEL ÁLAMO, Puerta grande con honores

この日を待っていました。

MONUMENTAL DE LAS VENTAS. Jueves, 8 de junio de 2017. Vigésima novena corrida de Feria. Más de tres cuartos de entrada. Toros del Cortijillo (1º) y Alcurrucén, serios, encastados y en general de buen juego; magníficos 3º y 4º.
EL CID, de azul marino y oro. Estocada y descabello (silencio). En el cuarto, pinchazo y estocada (saludos).
JOSELITO ADAME, de verde botella y oro. Tres pinchazos y tres descabellos (silencio). En el quinto, pinchazo que hace guardia, dos más y estocada caída. Aviso (pitos).

JUAN DEL ÁLAMO, de blanco y plata. Gran estocada (oreja con fuerte petición de otra, dos vueltas al ruedo y bronca al presidente). En el sexto, estocada desprendida (oreja). Sale a hombros.


Se frenó en seco el toro nada más salir. Cuando Juan del Álamo se fue a pararle. Fue el momento del tú a tú. El dejadme solo. Ese encuentro venía endiablado porque "Licenciado" haciendo honor al encaste no es que saliera abanto, sino que manseó, se frenó y no sabía si salir huyendo y dar un triple mortal. Le costó pero a la cuarta vez que vio el trapo se desengañó y empezó a tomar el capote. Fue el mismo "Licenciado" que apretó en varas y salió suelto después. Pero qué toro nos esperaba. ¡Qué toro para engrandecer la tauromaquia en el ruedo de Madrid! Lo supo Juan del Álamo en un cambio de mano en el comienzo de faena rodilla en tierra absolutamente sublime. Vino el toreo después, como nos sobrevino el torrente de embestidas muy entregadas, surcando la nueva arena venteña, repetidor, noble y único. Pura expresión de embestida. Y con un toro así no es fácil que la faena no haga grietas. No las hubo en el trasteo de Juan del Álamo. Compacto. Brillante en el prólogo, templado, ligado, bello y en un palmo de terreno el toreo diestro y así al natural. Armonía, dueño del ritmo y los tiempos. No cayó en lugares comunes. Ocurrió todo con el impacto de la belleza hasta el final de los finales, el ocaso de la faena, a dos manos, el remate y una estocada punto contraria cobrada en la rectitud y con una fuerza que se agarraba a la boca del estómago, el nuestro. A los mismo medios fue a morir el toro. En pie la plaza. El doble trofeo se le pidió. Una oreja solo concedió el presidente. Nuevo petardo. Un sindios esta plaza sin rumbo. Le dieron una ovación (apoyo moral) justo antes de salir el sexto ("ya que te la han robado, venga para adelante"). El público estaba con él. Lo que cortó en banderillas "Bocineto" fue anunciador de lo que estaba por venir. Qué oficio y cabeza la de Jarocho. A otro le vuelve loco. A fuego fue la faena. El alcurrucén era un huracán de casta, exigente y sin perdón. Hubo mucha verdad. Del Álamo no volvió la cara, puso los muslos a la par que el corazón. Y aquello fluía. Era el día. La tarde. La hora. Lo era todo. Por eso que cuando se perfiló en la suerte suprema. Qué momento. Cuánto iba en esas décimas. Se dilataban los segundos, los masticábamos, el silencio se hizo sepulcral. Sortear los pitones, la violencia del toro y meter la espada era obrar el milagro. Y se obró. Pareció tendida y de pronto el toro cayó fulminado. Respondía a aquello del día, la hora... Y al presidente no le quedó otra que abrirle a Juan del Álamo la Puerta Grande camino de la calle de Alcalá. Multitudinaria y con honores.




Ya con el capote se gustó Juan del Álamo con su primero, de nombre 'Licenciado', pero lo mejor llegaría con la muleta. A pesar de que el toro en los primeros compases no se detuviera en la franela, el torero supo darse cuenta de la necesidad de llevarlo a los medios. Allí, el toro se entregó del todo a la muleta de Del Álamo, que pudo sentirse, con gusto, templando las boyantes, emocionantes e intensas embestidas del de Alcurrucén con la diestra. Y con la zurda, de nuevo encaje y buen hacer, citando con despaciosidad y llevando al toro muy largo. Precioso el final, doblándose con el toro con ayudados por bajo torerísimos. Llegaba el momento, lo vio claro el salmantino y dejó una estocada en todo lo alto. El público, enloquecido, en pie, pañuelos en mano, pidiendo trofeos para el charro. El presidente concedió la primera oreja, quizás demasiado tarde, pero los pañuelos siguen, y se acompañan de los gritos y silbidos que quieren que del Álamo salga por la Puerta Grande, pero el presidente se niega. Robo a Juan del Álamo, que ha cortado su novena oreja en Madrid y ha dado dos clamorosas vueltas al ruedo.
Se estira con el capote ante el sexto. Brinda su faena al público, a ese público que pidió con fuerza la segunda oreja. Se va a los medios, desde donde cita al toro, que se arranca, emocionante, del Álamo, decidido. Pierde la muleta, pero se va corriendo hasta el callejón, no quiere que se le escape ni un minuto. De nuevo puesta, ligando, con intensidad, a pesar de que el toro no sea claro en sus embestidas. Prueba la izquierda, el toro se queda más corto, se cruza el salmantino, labor difícil y meritoria de Juan. De nuevo lo saca a la segunda raya, ligando, con mucho que tragar. Rápido a por la espada, pero esperando hasta que se cuadra el toro, entra, decidido, el corazón puede, Madrid le debe algo. Y así se representa en los tendidos, que se pueblan de pañuelos. Oreja que le abre la Puerta Grande.






        .





Juan del Álamo フアン・デル・アラモ復活 (20日、Alba de Tormes)

にほんブログ村 海外生活ブログ スペイン情報へ

Juan del Álamo、コロンビアでも大活躍