何とも印象的な女優。
女優・岡田嘉子が34年ぶりに帰国(1972)
岡田嘉子34年ぶりに帰国(1972)
Okada Yoshiko falleció 岡田嘉子歿(1992)
Leer inolvidables libros 昔読んだ本(岡田嘉子・松本清張)
Okada Yoshiko (岡田嘉子, 21 de abril de 1902 – 10 de febrero de 1992) fue una actriz japonesa que trabajo en obras teatrales y en películas, quién desertó a la Unión Soviética durante la década de 1930.
Nació en la Prefectura de Hiroshima 21 de abril de 1902. Hizo su primera aparición en la industria cinematográfica en los estudios Nikkatsu en la película Dokuro no mai dirigida por Tanaka Eizō. Más tarde empezó a trabajar en los estudios Shochiku, donde empezó a aparecer en varias películas entre 1932 y 1937.
El 3 de enero de 1938, Okada desertó a la Unión Soviética juntó con su amante, el director teatral y miembro del Partido Comunista Sugimoto Ryōkichi, en busca de la libertad del régimen militar del Imperio de Japón y la oportunidad de estudiar teatro con personas japonesas en la URSS. Sin embargo, Sugimoto fue arrestado y acusado de espionaje, y Okada pasó los siguientes 10 años en un campo de prisioneros.
Al final de su encierro, Okada empezó a trabajar en la Radio Moscú y llegó a estudiar en el Instituto Estatal de Artes Teatrales Lunacharsky. Ayudó a montar una obra de teatro y fue seleccionada para codirigir la película Ten Thousand Boys juntó con Boris Buneev, siendo un trabajo que ha sido llamado como "la primera película rusa sobre Japón que no pretende ser una representación del 'despiadado enemigo japonés'".
Regresó a Japón en 1972, donde hizo apariciones en obras teatrales, series de televisión y en películas, sin embargo, se estableció en la Unión Soviética en 1986, donde murió 10 de febrero de 1992.
Vicente Blasco Ibáñez 壱月末に生まれ壱月末に死す(Valencia, 29 de enero de 1867 – Menton, Francia, 28 de enero de 1928)
El Quinto Jinete: Vicente Blazco Ibañez (El Mundo 紙より)
ブラスコ・イバニェス誕生(1867) Blasco Ibáñez nació
Los cuatro jinetes del Apocalipsis 黙示録の四騎士 (1916年の小説、1921年の映画)
Los enemigos de la mujer (1923) The enemies of women (Blasco Ibáñez)
Sobre las tierras del tío Barret, que se atrevió a romper las cadenas y a cortar la cabeza del amo, don Salvador, con la consiguiente ruina de su familia, pesa una maldición. Convertidas en símbolo de la lucha contra los terratenientes, nadie debe cultivarlas. La hostilidad se desata contra un forastero, Batiste Borrull, que, con el sueño de sacar a su familia adelante, decide arrendarlas, desatando así una tempestad de odio y resentimiento que culmina trágicamente. En la mejor tradición de la novela naturalista, Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) se demora en LA BARRACA (1898) en el análisis de la psicología colectiva y achaca la crueldad de los personajes a los bajos instintos y a la brutalidad del medio en que viven. En estas circunstancias adversas, la lucha del maestro, don Joaquín, para educar a sus alumnos, resulta infructuosa.