2013年5月28日火曜日

Decimoséptima de feria. 悲しきサン・イシドロ ¡Presidente, fuera!

誰にでも依怙贔屓はあるでしょうが、昨日(日本時間では一昨日の日曜日)の Madrid、Las Ventas での Feria de San Isidro (Decimoséptima de feria) の 場合は酷いものでした。Presidente が Alberto Aguilar の Puerta Grande を否定したのです。

Alberto Aguilar ha rozado la Puerta Grande en Madrid. Sólo el Presidente Julio Martínez ha negado la segunda oreja de su tarde, pedida mayoritariamente por el público. En declaraciones a Canal+Toros, Aguilar mostró su tristeza: 'Es una pena que un hombre que este en el palco niegue una oreja que la pide la gente. Con la necesidad que tengo estoy muy disgustado'.

Su oreja la paseó Alberto Aguilar ante el lidiado tercero, un toro complicado de Montealto. El torero dedicaba su triunfo a Fernando Cruz quién no ha podido hacer el paseíllo hoy en Madrid: 'La oreja es mía porque la he cortado, pero en el fondo de mi corazón es para Fernando Cruz. El toro tenía cosas buenas, no lo he apretado porque si lo hacía se ponía brutito, y he intentado hacer las cosas bien y el toro ha sido agradecido'. Tras la vuelta al ruedo prosiguió Aguilar: 'Por circunstancias uno se tiene que encontrar. Ahora me he encontrado y sale lo que llevo dentro: naturales de mucho valor y peso'. Y ya en la salida añadió: 'He mirado la Puerta Grande de reojo, esa con la que tanto he soñado. Esto es muy injusto, -valora el torero emocionado-, porque a mi no me apodera ninguna empresa'.




Iba pasando San Isidro y en las crónicas hablábamos de lo que pasaba en el ruedo, del tiempo, de las cuadrillas, del ayatolá que se pasa las dos horas de festejo gritando, pero aún no habíamos hablado del palco. Esta mañana cuando se ha levantado Don Julio Martínez ha pensado...Esto no puede ser. Coma cada San Isidro le tocaba su minuto de gloria a costa, por desgracia, de Alberto Aguilar. Una vez mencionado el presidente que le ha robado la Puerta Grande a Aguilar, vamos a hablar de lo importante, de lo que ha pasado en el ruedo porque una vez más el madrileño ha dejado credenciales de sobra para subir otro escalón y motivos para que cuenten con este torero en las ferias de primera del circuito.

Esta mañana, después de estar Alberto Aguilar y su equipo todo el día de ayer tentando en la finca de Garcigrande en Salamanca, le sonaba el móvil a José Antonio Campuzano bien temprano. Fernando Cruz por problemas asmáticos se había caído del cartel y Alberto había dado motivos de sobra para que contaran con el en Madrid por tercera tarde esta temporada. Hoy era el día, a la tercera va la vencida y estaba convencido de ello. Salío antes de hora por la cornada a su compañero Chechu y saltó al ruedo Fandanguero. Muy firme se mostró durante toda la faena ante un toro que no era de oreja pero que se la cortó a base de tesón, seguridad y arrimón. Naturales, de uno en uno, pero muy largos y mostrando que se la estaba jugando de verdad. Algo que respetable supo ver y agradecer en cada tanda. Estocada fulminante y oreja de torero de raza. Había run run de que hoy se abría la puerta que da a la Calle Alcalá porque por la desgraciada cornada a Chechu, aún le quedaban dos toros. De la faena al segundo de su lote que salió en cuarto lugar, diremos poco, se llamaba Dormilón pero dio guerra de la mala. Con la muleta no quiso pasar. Cuando pasó lo hizo con continuos derrotes y sin humillar. Saliá el sexto y este tenía que ser sí o sí. El toro-tigre, por la capa del astado, fue el mejor de la corrida. Larga cambiada del torero madrileño antes de recetar un soberbio ramillete de verónicas en el centro del ruedo, con un bellísimo remate a una mano. Bonita suerte de varas que dejó ver la bravura del astado y tercio de banderillas digno por lo que la faena cogía muy buen son antes de comenzar con la muleta. Le dio espacios y se arrancaba el de Montealto. Aprovechó Aguilar la embestida por la derecha para conseguir el recorrido. Por la izquierda fue más protestón pero dejó algún buen natural. Volvió a la derecha y los olés en aumento. Tenía la Puerta Grande asegurada pero pinchó. Nadie se vino abajo y el segundo intento entró hasta el fondo. A partir de ahí, petición mayoritaria de oreja y según dice el reglamento cuando eso ocurre el presidente debe de darla. Atraco a las 21:10 a un torero que se ha ganado ese triunfo y que aunque quede constancia de lo que ha hecho, y tenga su repercusión en forma de contratos, una Puerta Grande en Madrid es distinto, es la gloria. En vez de salir llorando por el patio de caballos, lo hubiera hecho de alegría por la puerta de enfrente.




El pequeño león de Madrid se lanzó a por todas con el último, un toro castaño, chorreado en verdugo, de muchas carnes pero con una guapa y concentrada cara. Una larga cambiada de rodillas y los más bellos lances a la verónica de dos horas. Distancia y sitio sobre la mano derecha. Encajado y acinturado con las más boyantes embestidas de la corrida de Montealto. Aire para administrar el toro, al que se le presentía el final de la bodega. Aguilar se sintió muy torero y le infundió más vida son sumo gusto. En lo fundamental y en las improvisaciones para resolver con majeza, que diría un revistero antiguo. Los presagios de Alberto tomaron tintes de realidad cuando el toro se rajó. Un único pinchazo lo contabilizó él presidente Julio Martínez con más peso que toda la mayoría de pañuelos, la faena que dibujó AA y la tarde que interpretó de pitón a rabo. ¡Ay, don Martínez, que no distingue una vaca de un eral! ¿O era Trinidad? La Puerta Grande se la cerró con su estúpida concepción de la Autoridad.

Ficha:

Monumental de las Ventas. Domingo, 26 de mayo de 2013. Decimoséptima de feria. Tres cuartos de entrada. Toros de Montealto, muy desiguales; cuajado, bajo y armado el desfondado 1º; manso pero agradecido por el descarado izquierdo el 2º; hondo y con la cara lavada el mulo 3º que nunca humilló; alto y violento de testarazos el 4º; bueno pero sin duración el 5º; destacó el voluminoso 6º también sin final.

El Capea, de nazareno y oro. Estocada en el que mató por Chechu (silencio). En el tercero, tres pinchazos y estocada (silencio). En el quinto, tres pinchazos y estocada (silencio).

Alberto Aguilar, de azul pavo y oro. Estocada (oreja). En el cuarto, estocada contraria y varios descabellos (silencio). En el sexto, pinchazo y estocada (vuelta tras fuerte petición de oreja, y bronca al palco por denegarla).

Chechu, de amarillo y azabache. Cayó herido.

http://canalplus.es/play/video.html?xref=20130527plucantor_1.Ves

こんなことを続けていては 観客は 闘牛に来なくなってしまいます。

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