Los primeros minutos de ¿Qué invadimos ahora?, el nuevo trabajo de Moore, centrado en las mejorables condiciones de vida de los estadounidenses en comparación con otros países del mundo, sobre todo en Europa, llevan al extremo esa deriva que se venía apuntando hacia la colorista pompa de jabón y el imparable egocentrismo. Ciertas imágenes de la parte inicial de la película confirman que Moore se ha convertido en un clown al borde del sonrojo que, por sus métodos, acaba provocando un inevitable distanciamiento de sus teorías, dando la razón a los que, exageradamente en sus inicios, lo tildaban de bufón cuando les escupía verdades al rostro. Sin embargo, incluso los payasos, entre dosis de humor, trazo grueso y datos elegidos convenientemente mientras otros son obviados, pueden mostrar aspectos interesantes de arlequín. Y aquí los hay.
Con su habitual gusto por la ironía y su indiscutible capacidad para el montaje visual, musical y sonoro, ¿Qué invadimos ahora? es una especie de Salvados en versión global y de lujo, que va presentando algunas de las (presuntas) mejores virtudes de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial de nuestro continente, de sus sistemas educativo (la escuela finlandesa, la universidad eslovena), penitenciario (Noruega) o de memoria del pasado (Alemania). Y aunque no parezca el mejor momento para ensalzar el trabajo de la vieja Europa, se cuelan comparaciones, imágenes y teorías de impacto. Tesis que, entre la sobredosis presencial de Moore y los datos a medias, quizá no acaben de ser escuchadas por esos a los que el director precisamente denuncia.
考えさせられる名作です。米国だけでなく日本の堕落も。