Casi universalmente los pueblos tienen durante año una época rigurosa, llamada el mes o "estación de lluvia". Para Japón, es clara preparación de verano sofocante y húmedo. Esta apertura de nuevo clima tiene sus manifestaciones en actividades agrícolas, o en costumbres de vestimenta ( Koromogae ). El cambiar de ropa como cambiar de estación es algo que ritmo de Japón se convierte en una atracción para países tropicales y sus visitantes.
En Japón el verano dura tres meses de junio a agosto. Se nos aproximan los días de vacaciones y de variadas actividades deportivas al aire libre. Pero, antes de poder disfrutar del verano, se debe soportar un comienzo molestoso que tiene la estación en este país.
"Baiu" o lluvias "Samidare"
Una de las laborares-clave que el agricultor japonés debe cumplir en esta época del año, consiste en regar bien los arrozales y cuidarlos constantemente, extirpando malas hierbas que al punto nacen y previendo las plagas de insectos, que arruinan los vástagos recién trasplantados. La Naturaleza, sin embargo, no es siempre partidaria del hombre; Mayo, florido hermoso, tiene como consecuencia días secos a principios de junio. En las comunidades rurales se organizan peregrinaciones a la ermita del patrón de la agricultura para implorar la gracia divina. No en vano el calendario literario señala junio con el nombre de "Mina-zuki" (mes que se escasea el agua). Suenan a ironía la designación, pues la temporada de las lluvias "Baiu" empieza a mediados de este mes, cuando la longitud eclíptica del sol alcanza un ángulo de 80 grados. Durante esta temporada que se extiende casi todo un mes, no deja de llover, día tras día, aunque las lluvias son tenues. (その2に続く)
hortensias, flores de lluvias
Un paseo estrecho de Tokoname en lluvias
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Un paseo estrecho de Tokoname en lluvias