La Universidad de Monterrey (UDEM), inauguró el Centro Roberto Garza Sada, de Arte, Arquitectura y Diseño (CRGS), en Nuevo León, diseñada por Tadao Ando, premio Pritzker de arquitectura 1995.
“La Puerta de la Creación”, como el arquitecto japonés la ha llamado, destaca por su imagen contundente de hormigón visto. La obra ha tenido un coste de más de 45 millones de dólares, y se ha llevado a cabo gracias a las aportaciones de empresarios y donantes, construyéndose a lo largo de 34 meses y empleando a más de 2,800 trabajadores.
En su planta de 99 metros de largo por 27 de ancho encierra seis niveles de doble altura de 5.40 metros cada uno, que superan grandes retos estructurales, como los 100 metros de largo con claros sin soporte en la parte inferior.
“Fue un largo proceso de diseño y construcción, tres veces se suspendió el proyecto, pero al final la gran voluntad de los regiomontanos se impuso. Ahora confío que por la ‘Puerta de la Creación’ salgan grandes talentos de México para el mundo”
Ando Tadao (安藤忠雄 13 de septiembre de 1941) es un arquitecto japonés. Nació en Osaka y adquirió conocimientos de arquitectura de forma autodidacta, leyendo y viajando por Europa, África y los Estados Unidos.
En su juventud fue boxeador amateur, colgando luego los guantes para dedicarse a la arquitectura. 昔は拳闘家だったのです。Contrario a la mayoría de los arquitectos de hoy en día, Ando no recibió formación en escuelas de arquitectura. En lugar de ello, su aprendizaje fue autodidáctico y proviene de la lectura y de viajes por África, Europa y Estados Unidos, así como de un minucioso estudio de la arquitectura tradicional japonesa en Kioto y Nara. "Cuando vi la luz proveniente del óculo del Panteón en Roma, supe que quería ser arquitecto", dice.
En 1970 se estableció en Osaka con "Ando Tadao Architect & Associates", empresa con la que comenzó su producción, primero de casas y pequeñas construcciones, y luego con edificaciones más importantes. En 1976 recibe un premio de la Asociación Japonesa de Arquitectura por su Casa Azuma, en Osaka. La opinión pública es atraída por Ando a partir de ese momento, lo que se consolida con la construcción de su diseño para el complejo de viviendas Rokko Housing I, en Kobe. En 1980 construyó la Casa Koshino en la ciudad de Asiya. Entre sus obras más importantes se encuentran la Capilla sobre el Agua (1985) en Tomanu, Hokkaido, la Iglesia de la Luz, en Ibaraki, Osaka, el Museo de los Niños (1990) en Himeji.
Es considerado como uno de los líderes del regionalismo crítico, rechaza el empleo indiscriminado de la arquitectura moderna en todas las culturas del mundo. Su obra combina formas y materiales del movimiento moderno con principios estéticos y espaciales tradicionales japoneses, sobre todo en el modo de integrar los edificios en su entorno natural. Una de sus características es el empleo de hormigón liso, con las marcas del encofrado visibles, para crear planos murales tectónicos, que sirven como superficies para captar la luz.
En sus diseños Ando rechaza el materialismo consumista de la sociedad actual, que es visible en muchas obras arquitectónicas. Ello no le impide usar en sus proyectos los materiales característicos de la época actual, aunque empleándolos de forma que aparenten sencillez y proporcionen al mismo tiempo sensaciones positivas, lo que consigue, entre otros recursos, mediante las formas, la luz o el agua. Para ello se basa generalmente en tramas geométricas que sirven de pauta para el ordenamiento de sus espacios.
Por otra parte Ando estudia fórmulas para solucionar o mejorar el caos urbanístico existente en muchas poblaciones japonesas. Este aspecto lo aborda desde una doble vertiente, una de crítica y la otra de sensibilidad y comprensión.
Contrariamente al estilo arquitectónico tradicional japonés, Ando crea espacios interiores cerrados, y no abiertos: "Creo espacios interiores cerrados, y no abiertos. Utilizo paredes para definir los límites de estos espacios, y lo hago basándome en criterios humanos, de forma que las personas perciban esos espacios como apropiados y cómodos. Con las paredes rompo también la monotonía habitual de, por ejemplo, los edificios comerciales. Finalmente, las paredes separan el exterior, frecuentemente ruidoso y caótico, del interior, que está diseñado como remanso de tranquilidad, aislado de lo demás"
Ando ha recibido numerosos premios y distinciones, como la Medalla de Oro de la Academia Francesa de Arquitectura, y en 1995 el máximo galardón internacional de arquitectura, el premio Pritzker, comparable al premio Nobel. También ha sido invitado por dos prestigiosas universidades norteamericanas a impartir clases, en la Universidad de Columbia como profesor visitante, en la Universidad de Tokio y en la Universidad de Yale como catedrático.