La independencia del Paraguay fue el proceso histórico por el cual la actual República del Paraguay se independizó de España, su metrópoli colonial, al tiempo que rechazaba también incorporarse al estado denominado Provincias Unidas del Río de la Plata (del mismo modo que a su sucesor, la Confederación Argentina), que pretendía ejercer soberanía sobre todos los dominios del extinto virreinato del Río de la Plata, incluida la intendencia del Paraguay.
No existe consenso entre los historiadores acerca de las fechas que definen los límites de dicho proceso independentista. No obstante, se admite generalmente que a partir de la revolución de mayo de 1811 y en adelante, el Paraguay se administró a sí mismo sin subordinación a gobiernos exteriores.
La Revolución de mayo de 1811 en el Paraguay es el movimiento incruento que tuvo lugar en los días 14 y 15 de mayo de 1811 que puso fin al dominio colonial de España en la Intendencia del Paraguay, entonces una de las partes en las que continuaba existiendo el Virreinato del Río de la Plata. El movimiento llevó al poder a los criollos paraguayos, hasta entonces discriminados por los españoles europeos, adhiriendo a los principios de la Revolución de Mayo ocurrida un año antes en Buenos Aires, pero sin someterse a la Junta de Gobierno de esa ciudad, sentando así las bases de la independencia del Paraguay.